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Ricard logró una puntuación fuera de rango y en su opinión prefiere destacar, por encima de otras consideraciones, la enorme cantidad de «emociones positivas» que produce su cerebro. Se habla de la plasticidad de la mente como la capacidad humana de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos que elegimos entretener, el cerebro desarrolla y fortalece las neuronas que más utilizamos, ... quien trabaja por pensar bien de los demás y ver el lado amable de la vida ejercita el córtex izquierdo elevando las emociones placenteras y la felicidad.
Potenciar las estancias generadoras de felicidad tiene sentido en si mismo. También lo tiene sies para curar las partes maltrechas.
NB1: Estas prácticas están muy cercanas al ascetismo. Lo que no me parece también es que para alcanzar este grando de "armonía" el citado monje haya prescindido de las relaciones sexuales, teniendo estas una carga emocional, afectiva y hedonista tan importante.
NB3: Siempre insisto en la compatibilidad del ascetismo con el hedonismo.
1 comentario:
Sigo tu blog. Interesante. Ilustrativo y complementario a los temas sobre la "Paz en un mundo complejo" (¡muy densos! RESUELVO EL CONFLICTO). Soy el hombre más feliz del mundo.
Lo del anónimo es intencionado. Indaga.
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