En realidad lo fantástico está muy cerca de nosotros. A veces tan cerca que está dentro de nosotros mismos, en nuestro patio, en nuestros vecinos, en nuestra calle. Los lugares prodigiosos que hay que visitar están muy cerca de nosotros, a veces en nuestra propia cabeza.
Incluso, puede que el mejor de los viajes sea inversamente proporcional a la energía que se consume, al crecimiento de entropía que produce.
Hoy he caminado por el campo, la cámara de fotos me ha facilitado recrearme en el primer avance de las flores de esta primavera, he «recogido» 20 de entre la infinidad que había (algunas las cuelgo en el gentil flickr de la derecha). Ha sido un diminuto viaje emocionante.
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