Estamos en una coyuntura convulsa, conflictiva, aunque quizás podríamos decir que lo han sido todas las últimas décadas. Bien es cierto que disponemos de una información mas pormenorizada y, a través de ella, podemos ver los movimientos de contestación que se dan en cualquier parte del planeta. Por esta razón tiene aún mas importancia los avances de las negociaciones de paz entre las
Farc y el
Gobierno Nacional. Unas negociaciones para celebrar y para aprender.
Hace cerca de veinte día que llegaron a un
acuerdo en el tema agrario, primer punto de la agenda de los diálogos. La declaración ha sido llamada
Hacia
un nuevo campo colombiano: reforma rural integral, fue leída por el
representante del gobierno de Cuba, Carlos Fernández de Cossio, y por el
del gobierno de Noruega, Dag Nylander (muy importante el papel jugado por Noruega, Cuba, Chile y Venezuela).
Destacamos algunos aspectos del
comunicado (La Habana, mayo 26 de 2013) ...
Lo que hemos convenido en este acuerdo será el inicio de
trasformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia con
equidad y democracia. Está centrado en la gente, el pequeño productor,
el acceso y distribución de tierras, la lucha contra la pobreza, el
estímulo a la producción agropecuaria y la reactivación de la economía
del campo.
Busca que el mayor número de habitantes del campo sin tierra o con
tierra insuficiente, puedan acceder a ella, mediante la creación de un
Fondo de Tierras para la Paz. El Gobierno Nacional formalizará progresivamente, con sujeción al
ordenamiento constitucional y legal, todos los predios que ocupan o
poseen los campesinos en Colombia. Se crean mecanismos para solucionar conflictos de uso y una
jurisdicción agraria para la protección de los derechos de propiedad con
prevalencia del bien común. Está acompañado de planes en vivienda, agua potable, asistencia
técnica, capacitación, educación, adecuación de tierras, infraestructura
y recuperación de suelos.
El acuerdo busca que se reviertan los efectos del conflicto y que se
restituyan las víctimas del despojo y del desplazamiento forzado. Incluye la formación y actualización de la información rural para la
actualización del respectivo catastro, buscando seguridad jurídica y
mejor y más eficiente información. Pensando en las futuras generaciones de colombianos, el acuerdo
delimita la frontera agrícola, protegiendo las áreas de especial interés
ambiental. Buscando un campo con protección social, erradicar el hambre a través de un sistema de alimentación y nutrición.
Lo convenido hasta ahora forma parte de un acuerdo más amplio
que esperamos lograr en los próximos meses el cual contiene seis
puntos. A partir del siguiente ciclo de conversaciones que se inicia el
11 de junio, comenzaremos la discusión del segundo punto de la Agenda
incluido en el "Acuerdo General" de La Habana, denominado Participación
Política.
Uno de los principios que guían estas conversaciones es que "nada
está acordado hasta que todo esté acordado". Esto quiere decir que los
acuerdos que hemos ido construyendo, están condicionados a que lleguemos
a un acuerdo sobre la totalidad de la Agenda y, también, que en la
medida en que se avance en la discusión se puedan ajustar y complementar
los acuerdos sobre cada uno de los sub puntos.
Queremos destacar que en estos 6 meses de conversaciones no solamente
hemos discutido el tema agrario. En este lapso se dio vida al proceso
de conversaciones, se convino la manera de trabajar en plenaria,
comisiones o por separado y se pusieron en marcha distintos mecanismos
de participación y consulta ciudadana para recibir propuestas y
opiniones de ciudadanos y organizaciones sociales. Estos mecanismos y
procedimientos de trabajo y participación ya están en marcha, por lo que
esperamos que hacia adelante avancemos con mayor celeridad en la
búsqueda de acuerdos. ...
Agradecemos a los miles de colombianos y colombianas, y
organizaciones sociales que nos han hecho llegar sus propuestas y
opiniones sobre los puntos de la Agenda a través de los foros, la Página
Web o los formularios que están disponibles en alcaldías y
gobernaciones. Todas y cada una de estas propuestas han sido recibidas
por las delegaciones en La Habana. En la Mesa de Conversaciones se
acordó y puso en marcha un procedimiento para recibirlas ordenadamente,
clasificarlas y tenerlas disponibles en medio electrónico.
Queremos agradecer de manera especial a Cuba y Noruega, países
garantes de este proceso, por su permanente apoyo y por el ambiente de
confianza que propician. La presencia de sus representantes en La Mesa
de conversaciones es factor fundamental para el desarrollo de las
mismas. Igualmente agradecemos a Chile y Venezuela, países acompañantes,
a quienes las delegaciones informan periódicamente sobre la marcha de
los diálogos. Estos cuatro países conforman un grupo de naciones amigas del proceso
que valoramos de manera especial, al igual que agradecemos las
expresiones de apoyo de otras naciones, organismos y líderes
internacionales que fortalecen la confianza en el camino que estamos
transitando.
Todo es mucho más significativo sin consideramos las décadas de una conflictividad y una violencia casi enquistada que justamente nació con este foco -la tierra- como un foco principal. Después de estos pasos nada será igual en el camino hacia la paz.