
Hace tiempo que escribo en esta bitácora sobre la importancia de hablar de Obama (tenía pendiente un apunte sobre la promoción del desarme nuclear). Lo que significa no estar de acuerdo con todo lo que haga, sino reconocer y hablar todas sus propuestas de regulación pacífica de los conflictos. Lo mas importante no son sus promesas, sino que todos sepamos hablar de ellas, de hacerlas nuestras, de ejecutarlas en la medida de nuestras posibilidades.
Asi lo ha debido entender el comité que ha decidido concederle el premio nobel de la paz. Ha sido un riesgo en esta nominación, porque ha sido concedido a un político, en activo, con poca trayectoria, con contradicciones; pero con un impacto internacional tremendo en su promoción de una Cultura de Paz. Me alegro mucho; esperemos que no se jubile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario