miércoles, febrero 28, 2007

PROCESIONARIA

Hoy, día de Andalucía, el sol lucía con claridad. Juanmi y yo hemos salido a correr por la cuesta de chinos hacia la Alhambra, el cementerio, la vereda de los franceses, el llano de la perdiz (repleto de gente, eso si con demasiados coches), la vereda del abellano y paseo de los tristes.
Justo al llegar al cementerio hemos comenzado a ver las orugas de la procesionaria, un lepidoptero (polilla, insecto = Thaumetopoea pityocampaque) que animado por las buenas temperaturas, iniciaba su camino para después enterrarse en el suelo y después convertirse en mariposas (que a finales de verano, tras la cópula, pondrán los huevos de nuevo en los pinos o cedros formando los característicos bolsones).
Las conozco desde pequeño y siempre me han fastidiado un poco desde que mi padre me dijo que se comían los pinos y que podían dañarme (estoy casi seguro que con mi curiosidad de niño lo consiguieron) la piel y las mucosas.
En el bosque existen parásitos y depredadores de este como algunos dípteros e himenópteros y las hormigas, avispas, carboneros, herrerillos, abubillas, urracas, cuervos y críalos. Sus llamativos colores y sus formaciones procesionales (en eso se pueden parecer un poco a los humanos) les hacen dar un apariencia colectiva poderosa.
En cualquier caso hay que reconocer que son muy bonitas, igualmente que me producen sensaciones contradictorias.

2 comentarios:

zeta dijo...

Pocas cosas hay que me den tanta aversión como la procesionaria...

Anónimo dijo...

Yo también las odio y por la misma razón (sólo que con un orden genealógico +1), ya se sabe... a falta de pajarillos (cazados) que se las coman nos invadirán.