jueves, enero 11, 2007

APRENDER A NEGOCIAR (∑π, επ)

Los seres humanos negociamos continuamente, a lo largo de nuestra historia, a lo largo de nuestra vida, en todas las escalas. Lo hacemos porque tenemos conflictos, intereses o proyectos distintos y la negociación es siempre la mejor solución. Negociamos, muchas veces sin ser conscientes de ello, con nuestra familia, con nuestros amigos, con los vecinos, los profesores, los novios, los patronos. Al igual que los conflictos son parte vital de nuestra existencia, aprender a negociar es aprender a vivir. La negociación forma parte de nuestro bienestar, a pesar de que no siempre obtenga los frutos deseados.
Por esta razón no entiendo porque el periódico ABC el pasado sábado era muy crítico con que la nueva asignatura de «Educación para la ciudadanía» propusiese el aprendizaje de la negociación y el consenso. No se si tendrá que ver con lo que está pasando en la escena política española, pero en cualquier caso, es el colmo de los colmos.
La negociación que el estado español ha intentado llevar a cabo con ETA ha fracasado porque esta organización terrorista, con su atentado, ha roto las normas de juego, pero el Presidente de Gobierno ha tenido que hacer el trabajo añadido de validar la negociación como instrumento político excelente, a pesar de que en la política negocian continuamente, todos los días, los partidos, los ayuntamientos, las diputaciones o las comunidades. Una pedagogía política democrática exige demostrar las bondades de la negociación, aunque esta sea costosa. Creo que algún día habrá que agradecerle al Presidente de Gobierno el haber colocado a la negociación en un lugar prioritario de la agenda política del estado.

No hay comentarios: