Tenía visita pendiente con el especialista encargado de velar por las
mariposillas. Amable, comprensivo, pedagógico y encantador. Por el momento es mejor que las lepidópteras sigan a su aire. Es decir toda la resposabilidad sobre mi cuerpo me pertenece. Salí reconfortando. Me gusta la idea. Tengo que conocerlo mejor, hacerme muy amigo de él, saber como descansa, como respira, qué le gusta comer, evitarle sufrimientos, que esté lo mas a gusto posible (esta es la parte que más me gusta, por eso del hedonismo).
Me hubiera gustado tener esta responsabilidad, al completo, mucho antes, porque en muchas ocasiones me he comportado como si mi organismo pudiera aguantarlo todo, yo decidía hacer cualquier cosa y él debía de venir detrás; si sufría algo, ya se recuperaría. Y, sin embargo, sólo tengo un cuerpo, sobre él descansa todo mi ser, todo lo que hago, mi mente y lo que tenga de espíritu. Puede que la influencia de la modernidad, de un materialismo mal entendido, haya pensado que lo importante era la mente, las ideas, la racionalidad, avandonando al cuerpo.
No tengo muy claro si esto tiene que ver con la idea de
biopoder de Foucault, pero podría tenerlo. El cuerpo tiene muchísimo poder, mas del que podemos imaginar. Sus normas, sus expresiones, sus tiempos no son exactamente los de la mente, aunque la condiciona y determina, pero -también- la potencia de esta le hace creerse superior, incluso libre e independiente. No es verdad, la mente depende completamente de su soporte corporal, del resto de cualidades del cuerpo. Lo cierto es que todas son interdependientes, al igual que lo son del cojunto de la sociedad, de la especie, del la naturaleza y de el universo.
Estoy muy feliz del reencuentro, aunque haya sido a través de las mariposillas, al fin y al cabo de una u otra forma tendría que ser. Asumo toda la responsabilidad y espero saber estar a la altura de la circunstancias.
Imagen: Christina."A Radio" by Little Man (Usually he prefers abstract painting,so this one is extra special.)