El sábado llovió algo, menos de lo deseado, pero supuso que cayera algo más de nieve en la Sierra. Después de días y días asomándose por todas las "rendijas" posibles de Granada para ver la Sierra y la nieve, hoy decidí correr por el Canal de los Franceses para gozar de sus vistas. Así ha sido desde la llegada a san José, cuando el camino, tras pasar el Generalife, se convierte en tierra, aquella que hace sentirte más humano y disfrutar mas. Los últimos días han sido de intenso trabajo, con colegas y personas queridas, pero trabajo.
Además tengo que mantener mis tres objetivos al correr, a saber y con permiso de las mariposillas: disfrutar haciéndolo (de la naturaleza, de la compañia, de mi, ...), no lesionarme y bajar algo de peso. Los dos primeros bien, el último digamos que estable.
Confieso que las endorfinas ha hecho su efecto, esta tarde me siento más feliz y hasta más "despierto".