Hola
Isidro, donde podemos quedar hoy? Ya que no te gusta demasiado venir para el intrincado
Albayzin, demasiado complicado pudiendo ir lentamente (30 km/h), como buen
slow people, por las caminos del
Genil. ¿Quedamos entonces en el cuenco? Yo no se como subiré corriendo, si hace buen tiempo es una buena posibilidad; o quizás en moto, con la condición de que no te rías cuando me caiga ¿Quedamos en el
Gonzalo? ¿en la
"bigotuda"? o en el último lugar
camp-in que hayas descubierto? Ya me dices. La presencia de Lola es imprescindible, necesitamos de su bien-estar, simpatía y de su sonrisa; por favor que vengan todas las niñas, Lolita, María y Antonia para reconocer y disfrutar de como se hacen inexorablemente mayores. Ya sabes que me encanta verlas y darle alguna voltereta, bueno todo ello si mi edad, y la suya nos lo permite. Espero que María no me haga correr demasiado detrás de ella.
Aunque estoy un poco quejoso porque siempre me toca llamar a mi, tengo que decir que lo hago con mucho gusto porque disfruto enormemente de tu de anarco-humanidad. Cuanto me río de tu ingeniosa versión de los hechos, de tus análisis, siempre actualizados, de la coyuntura cercana, en cada uno de nuestros encuentros. También disfruto si sigilosamente aparecen tus singulares, especiales y espléndidos hermanos Olgoso, aunque hay que decir, para ser justos, que las cuñadas no desmerecen. Igual si se presenta cualquiera de la pléyade de amigos, mas o menos, precarios que tenemos.
Apareciste uno de los primeros días de la España postfranquista por el
club juvenil de la
Asociación de Vecinos del Zaidín, al igual que Joaquín (que iba hermosamente repeinado y cargado de colonia Brumel), venías de trabajar en los hoteles, en Mallorca, con unas pesetillas en el bolsillo y una mochililla de inquietudes de todo tipo, desde las personales a las sociales, las políticas o las futbolísticas. Te acuerdas de Miguel Ángel, el "Kiki y el "Cabubi", ... por donde andarán todos ellos.
Eran, ¡por fin!, los primeros años de la democracia, Cuanto la hemos disfrutado, entre las casi eternas reivindicaciones y la libertad. Podríamos decir que nuestra amistad es
democrática, por la época, por nuestros deseos y compromisos (entre otros la versión zaidinera de las casi carbonarias JIC ¿Sigues mirando si permanece la pintada de la avd. de América?) por la justicia, la igualdad, las escuelas, el asfaltado de las calles, los autobuses, las fiestas, por ser oídos, como Asociación de Vecinos, en el Ayuntamiento, ... Si nos pusiéramos a recordar, como abuelos
cebolletas, tendríamos cientos, miles de anécdotas que contar. Déjame que repase contigo algunas de las que me vienen ahora a la cabeza, aún a riesgo de dejar otras fuera (
Chirigota,
Entre dos ríos,
Universidad, amoríos,
Zaidín de nuestros amores,
Psoe,
Cenes de la Vega,
Granada Club de Fútbol,
puntos suspensivos).
Sabes lo que te digo: que interesantes eran los
viernes culturales. Recuerdo perfectamente los cuadros de
Juan Vida y otros autores de vanguardia granadina, los maníces sobre la mesa y la garrafa de vino de Pinos. Era casi un milagro que aquello funcionara, aunque bien visto fue tu intuición, capacidad creativa y de improvisación los que los hicieron posibles. Ni que decir tiene que la claque de los Olgoso era una vez fundamental. Muchas veces he contado que participar en la creación del
Instituto de la Paz y los Conflictos, me resultó muy fácil porque era una réplica de los viernes culturales, ahora en la universidad. Había que aunar voluntades, sensibilidades, compromisos, utilizar la imaginación. tener perseverancia, no ser dogmático, ni sectario, sino abierto y dialogante y, sobre todo, estar dispuesto a aprender de la experiencia. Paralelamente rescatamos "popularmente" la Fiestas Zaidín-Vergeles y el Festival del Flamenco, desde 1976, y el
Festival Rock del Zaidín, del que tu eres sin ninguna duda el alma, desde 1983.
Que suerte tuvimos de que el amor te llevara a
Cenes, capital del "cuenco", emparentándonos con una familia de raigambre. De esta manera podíamos elegir entre la vida urbana o la pueblerina, pasar de una a otra con toda naturalidad. Cenes tiene dos grandes ventajas, de un lado, que a pesar de ser metrópolis tiene una relación muy estrecha con el agro, es lo que se llama "agrociudad" ciudad en lo urbanístico (... que disparate!) y agrícola en los ritmos y las costumbres. Parece como si aquí se respirara mejor. De otro, la familiaridad, la cercanía, la bondad de la gente, que conserva cierto regusto pueblerino. Que bien manejó Lola todo esto, a pesar de la circunstancias, cuando fue primera teniente de alcalde y "teníamos poder" en la plaza. Aunque después "nuestra cuota de poder" se trasladó a otra plaza (del
Carmen) donde te tocó a ti poner en acción todas tus virtudes.
Acuérdate que después introdujimos la
paz, aunque fuese muy
imperfecta, en nuestras agendas de debate, también a todas las escalas. En realidad la
paz lo que ha hecho ha sido darle fundamento teórico a tus prácticas, siempre hablando y hablando, escuchando, dialogando, poniéndote en la situación del otro, convirtiendo a los posibles enemigos en adversarios, no dándole la mas mínima oportunidad del enfrentamiento estéril. La gran ventaja es que los enfados te duran muy poco y sobre todo no sabes llevarlos a la práctica.
Que no se me olvide decirte que admiro y siempre me ha sorprendido, esa capacidad tuya de captar los entresijos de la realidad. La capacidad de ver, con los pies bien pegados a la tierra, lo que muchos no detectábamos: dinámicas, hitos, personajes, bondades y maldades, anhelos y deseos profundos, muchas veces mundanos. Lo que te ha servido para tu vida personal, para el festival rock, para las fiestas, para estudiar, para hacer política (algunas veces a pesar de ella), y sobre todo para relacionarte, para apreciar a la gente y ser apreciado.
Desde luego que tengo que celebrar todas las complicidades que hemos mantenido a lo largo de los años, como siempre desde lo político, lo racional, a los personal, lo emocional. Esa complicidad liquida, en la que te movías con pez en el agua, entre lo clásico y lo
postmoderno, que a ti te ha gustado mantener con tu entorno y que te ha convertido en imprescindible, a pesar de las pasajeras incomprensiones.
Pocos años antes de conocerte, yo era amigo de
Bruno Alcaraz, del que coincidí en lo scouts (junto con Abelardo Ojea -Lalo-, Manolo Ferreras o Javier Torres, a los que también conoces), fue una etapa muy interesante en mi vida (salvo a algún escollo que ya sabes) que pudo durar desde 1966 a 1976. A través de él conocí a su hermano
Felipe Alcaraz, conocido dirigente del
PCE, padre de
Lucas Alcaraz, al que yo daba volteretas (afición de titiritero) cuando era pequeño, y hasta hace nada entrenador del
Granada CF, ... como pasa y cambia el tiempo y las preferencias y orientaciones familiares. Todo es posible en la democracia. Bruno, junto con mi entrañable y malogrado amigo Rafa Villegas, nos relacionábamos con el grupo de "intelectualillos" de "plumilla" (como a ti te gusta decir) entre los que se encontraban
Juan de Loxa, Miguel Angel y
Mateo Revilla (que después fué director de la Alhambra),
Javier Egea, Curro Rubio, etc. Todos ellos también conocidos por ti. En el 1975 (cuando murió el dictador), dos o tres antes de conocerte, Felipe escribió un libro que se titulaba
Sobre la autodestrucción y otros efectos, hacía mención a su propia generación y como sus preocupaciones existenciales podían terminar por volverse en su contra, El libro debe de andar todavía en algún lugar recóndito de mi biblioteca pero su significado me ha acompañdo a lo largo de los últimos años. La inquietud, la rebeldía, la vitalidad podía autodevorarse, al igual que
Saturno se comía a sus propios hijos. El mundo puede parecer pequeño, te comprime, te angustia, cuando no todas las emociones caben en él, cuando uno se expone a sus avatares. La intensidad por no perder ni un minuto de vida, la ansiedad por vivirlo todo, se convierten en adversarios. Ya hemos hablado de reconocernos como frágiles, saber que necesitamos cuidados, que nos cuiden, cooperar continuamente, pero también cuidarnos, dedicarnos tiempo y atención, para que permanezca lo mas valioso de nosotros, para que la fragilidad no se nos convierta en una anémica e irremediable debilidad.
Me acuerdo de una experiencia que contaba nuestro amigo
Johan Galtung, el viejito noruego de investigación para la paz, creo que se refería a Haití, cuando un joven era detenido por una conducta inapropiada todos sus familiares, amigos y conocidos se hacían responsables de su mala acción, porque todos la habían permitido de una u otra forma. Se que tu te sientes responsable de cada uno de los que te rodeamos. Igualmente, todos aquellos que te queremos, disfrutamos de ti, que te homenajeamos, somos responsables de ti, de tu vida. Por la parte que me toca es un gran placer apreciarte. Porque querer y valorar nuestras vidas, nuestras experiencias, con todos sus vaivenes y episodios es muy gratificante.
Tengo la certeza de que cada vez que me encuentro contigo voy a aprender de tu innata inteligencia, se que me voy a divertir, que vamos a hablar de política internacional, nacional, pero sobre todo local, de amores, de viajes y quizás un poco de fútbol, otros
puntos suspensivos. Tengo la gran fortuna de saber que si te necesito tu estarás disponible. Por el momento ya está bien, seguimos cualquiera de estos días.