APÁTRIDA AFORTUNADO (∑π, επ)

Un apátrida (¿anacionalista?) afortunado podría ser aquel ciudadano del mundo que no tiene las ataduras xenófobas y sectarias que le propone su patria. Según la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de las Naciones Unidas, firmada en Nueva York el 28 de septiembre de 1954, un apátrida es definido como: Cualquier persona a la que ningún Estado considera destinataria de la aplicación de su legislación. Lo que podría ser entendido como una ventaja para escabullirse de algunas leyes no del todo justas ... Imagínense que al igual que podemos elegir donde pasar las vacaciones pudiéramos elegir a que leyes nos sentimos atados en que país. Todo serían beneficios. Y me pregunto? Por qué tener que soportar normas culturales, legislaciones, políticos o gobiernos que no nos gustan. Bastaría con irse de vacaciones a otra "patria" o a aguas internacionales para evitar los efectos perniciosos de determinadas prácticas. No se trata de ser asocial, sino de socializar solamente con aquello que es digno.

Lastimosamente hay muchas personas apátridas -alrededor de doce millones- que no lo son por decisión propia sino porque ningún estado los reconoce como ciudadanos y viven situaciones muy críticas. No podemos frivolizar con ello. Pero si podemos pensar en formas de gobierno no discriminatorias por el lugar de nacimiento o de vida, igualmente en ser "apátrida" de las injusticias.

LA VIDA FLUYE POR LAS VENAS (∑π)

Propongo dedicar atención a la vida que fluye por nuestras venas. Al privilegio de que día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, transporte energía para ser lo que somos, nutrientes para alimentarnos, oxígeno para nuestro cuerpo, ... para mantener los sentidos de nuestra existencia

IMAGEN: Mina Mina Dreaming. Judy Watson Napangardi, 

NUNCA ES TARDE PARA LAS ROSAS (∑π)

Dice Rita Holcberg Never too late for roses.
Nunca es tarde para la belleza
Tenemos los sentidos
Basta abrir los ojos, oler, sentir, acariciar, ...
Dejar que la luz entre, las partículas, los sensores, ... que las neurosas sean sinápticas ...
Hay mucho por descubrir afuera y adentro.

DESDE EL "SIPERISMO", LAS CRUCES, LOS MATICES, A LAS DIALÉCTICAS ABIERTAS (∑π, επ)

Por aquí tenemos la costumbre de afirmar "si, pero ..." ante una información no compartida. Por esta razón en la Fiesta de la Cruz  del 3 de mayo de Granada se cuelga un pero (fruta) y unas tijeras para sugerir que si la cruz es bonita no siga el "si, pero  ..." para relatar las deficiencias. Paralelamente en muchas conversaciones cuando se está dirimiendo una discrepancia el "si, pero ..." encabeza la contrargumentación. Es un momento crucial para saber el grado de aceptación de las ideas dadas por la otra parte. Si el "si-pero" es suave entramos ante una dialéctica abierta e integradora, pero si es largo y pasado se trata de empequeñecer las argumentaciones propuestas inicialmente para que prevalezcan las segundas. Esto ocurre muchas veces en debates públicos, políticos, académicos, docentes, personales, ... es una vía peligrosa de enfrentamiento antagónico, cuando no sectario.

Podría ser mas interesante decir "claro que si", reconocer al otro, la alteridad, y buscar la complementariedad. Entonces podríamos estar muy cerca de las que parecer ser las dialécticas orientales en las que un sinfín de matices compartidos desde la primera afirmación contribuyen a buscar entendimientos, conciliar posiciones y entender mejor la realidad. Para qué establecer dialécticas que pudieran terminar en cruces, crucificciones, sufrimentos o violencias pudiendo disfrutar de matices vivos y coloristas.

IMAGEN: Abisinia, Daniel Vidal

DON PANIZO (ALIAS AGUSTÍN) (∑π)

Agustín ha casado a su hijo y es ya abuelo, fue una ceremonia por todo lo alto. Creo que nació en la calle Desengaño, en el seno de una familia humilde y trabajadora, querida por el vecindario. Hijo de María, que aún vive, y Pedro "el Panizo" que le da nombre a toda la dinastía, trabajaba en la huerta y echando jornales. Tiene dos hermanos, Fernando que vive en Barcelona y Juan que se quedó en el pueblo. Fue a la escuela en la placeta de la calle san Marcial, con don Joaquín. Eran tiempos de escasez, casi pobreza y la familia supo tirar hacia adelante. Se casó Patricia, de los "abogaos", con la que tiene dos hijos.

Con su enorme capacidad de trabajo se ha hecho a si mismo. Un buen profesional, hace fácil las cosas para los demás. Siempre amable, dispuesto, amigo de sus amigos, generoso.

Era la boda de su hijo, pero bien pudiera haber sido la suya, porque era merecedor de una ceremonia de tan alto postín y tan popular. La disfruto de esta manera, allí acudieron todos sus amigos dispuestos a divertirse, nosotros también lo hicimos. Un abrazo.